
Hay registros existentes de préstamos en Babilonia durante el Siglo XVIII a. C., realizados por sacerdotes del templo a los comerciantes. Los trapezitas eran los banqueros en la antigua Grecia.
Trapeza
era la mesa detrás de la que estaban en las tiendas, a veces destinadas
a otro tipo de actividad comercial, pero muy a menudo a las
transacciones bancarias. Los bancos más importantes seguían siendo sin
embargo los grandes templos, donde los sacerdotes hacían fructificar el
dinero que recibían en depósito de acuerdo a los préstamos concedidos a
los particulares y a las ciudades.
Pythius de Lidia, en Asia Menor, a principios del Siglo V a. C., fue el primer banquero individual del cual hay registros. Muchos de los banqueros de las ciudades-estado griegas eran "metecos" o residentes extranjeros. Alrededor de 371 a. C., Pasión, un esclavo, se convirtió en el banquero más rico y más famoso de Grecia.
Hay prueba de que este tipo de operaciones posiblemente se efectuaban en tiempos de Abrahám, pues los antiguos sumerios de las llanuras de Sinar tenían “un sistema singularmente complejo de prestar y recibir préstamos, mantener dinero en depósito y proporcionar cartas de crédito.”
En Babilonia, como más tarde en Grecia, la actividad bancaria se centró alrededor de los templos religiosos, cuya naturaleza sacrosanta suponía una seguridad contra los ladrones.
Los bancos en la época romana no funcionaban como los modernos. La
mayoría de las actividades bancarias se llevaron a cabo por particulares
y no por instituciones. Las grandes inversiones fueron financiadas por
los
faeneratores, mientras que quienes trabajaban
profesionalmente en el negocio del dinero y el crédito eran conocidos
por varios nombres, tales como
argentarii (banquero),
nummularii (cambista), y
coactores (cobradores).
No hay comentarios:
Publicar un comentario